Mecanismo de percepción:
Las ondas sonora son captadas por el pabellón auditivo, el cual tiene una forma determinada que le permite redireccionarlas hacia el canal auditivo. Las ondas penertan en el oido y siguen un determinado recorrido hasta chocar con el tímpano, haciéndolo vibrar, transformandose en vibraciones mecánica que se transmiten por la cadena de huesecillos, canal vestibular... hasta la coclea y son captadas por el nervio auditivo, convirtiéndose en una señal eléctrica que interpretará el cerebro.
Psicoacústica:
La psicoacústica estudia la relacción entre los sonidos y los efectos a nivel psicológico humano.
El oido humano es capaz de oir sonidos en un intervalo entre 0-140 dB, pero dentro de este intervalo podemos clasificar los sonidos según sus efectos en el ser humano:
0-50dB Seguros
50-80dB Irritantes
80-110dB Lesivos
110- 140dB Sumamente lesivos
A partir de 120dB encontramos el umbral del dolor y todos aquellos sonidos que se situen por encima de ese nivel pueden producir sensaciones de dolor además de trastornos psicológicos prolongados en el tiempo.
Los sonidos también pueden alterar nuestro propio estado de ánimo. Un claro ejemplo es la música que nos gusta puede llegar a relajarnos o producir una sensación placentera o por el contrario sonidos como el producido al arañar la pizarra nos produce sensaciones negativas.